Encontrar la colección de Pan Caliente del número 0 al 5, sentir el papel viejo, esas notas que mostraban una Argentina distinta de los medios hegemónicos.
Este "descubrimiento" tiene una dedicatoria: Jorge Pistocchi.
Ey, Jorge, donde te metiste?
Bueno, de alguna manera lo podemos encontrar aquí...
Pan Caliente fue una idea de Jorge Pistocchi, que se fue del Expreso Imaginario por disidencias ideológicas (no estaba de acuerdo que una revista como el Expreso sea a la vez productora de espectáculos) y fundó una revista llamada "Zaff, la revista del tiempo que no llegó. Los editores de Zaff!! se imaginaban otra revista.
De hecho publicaban aquellas revistas amarillas y otra de golf.
Y cuando murió John Lennon le pidieron que haga un especial de urgencia que chorrease sangre... No era de Jorge aprovecharse de las circunstancias y ese fue el fin de Zaff!!
Pescador de editores, Jorge convencía con el ejemplo. Lo importante era comunicar, comunicar un sueño... Y así fue como un jugador de fútbol del Club San Telmo, Julio Balbi que tenía una imprenta y Boris Krygel, que de editaores no tenían nada pero de buena onda.... mucha.
Así nació Pan Caliente, un delirio total. Desde su formato a su anarquía.
Una revista que llegó a tocar fondo y que hizo un festival donde participaron los principales músicos de la época. Se llamo el "Festival Pan Caliente para sacar una idea adelante".
Pero no alcanzó.
Una gigantesca falsificación de entradas (era todo muy ingenuo y las entradas tan toscas que alcanzaba una fotocopia para hacerla real) hizo que a pesar de llenar el estadio Excursionistas los fondos no aparecieran.
Pero inclaudicable Jorge inició una segunda etapa con el editor de "El Porteño". Lo nombro? Bueno, lo nombro Gabriel Levinas. Levinas, Lanata, que fueron con el correr de los años girando hacia la derecha descarnada. "De jovenes todos fuimos comunistas" era una frase hecha pero real en estos casos.
Pero Jorge se mantenía en sus sueños y no los abandonó hasta su fallecimiento el 28 de setiembre del 2015.
Pobre como siempre lo fue.
la temible devolución que llenaba un espacio enorme.Pero, ¿cómo puede ser?
Hablábamos con el distribuidor que nos decía: "y bueno, es así".
Hasta que un día me bajé en un kiosco en Panamericana y Ruta No Me Acuerdo
en la provincia de Buenos Aires. Un lugar despoblado donde solo pasaban
los autos. Y allí vi tres Pan Caliente. Multipliquen eso por rutas desoladas.
Y en muchísimos barrios de la Capital se agotaba el primer día!
El distribuidor nos tenía que dar una explicación...
Y con cara de poker dijo algo que no me acuerdo , pero si de sus
pícaros ojos diciendo:
"Jodete, vos sabes la Argentina en que estamos viviendo?...
Cada salida de Pan Caliente nos encontraba con Jorge caminando por los kioscos
viendo si la revista se distribuía. Y a veces nos sorprendíamos que ni bien llegaba
se agotaba.
Nuestra alegría era inmensa hasta que llegaban los números y la devolución,
Cada salida de Pan Caliente nos encontraba con Jorge caminando por los kioscos
viendo si la revista se distribuía. Y a veces nos sorprendíamos que ni bien llegaba
se agotaba.
Nuestra alegría era inmensa hasta que llegaban los números y la devolución,
la temible devolución que llenaba un espacio enorme.
Pero, ¿cómo puede ser?
Hablábamos con el distribuidor que nos decía: "y bueno, es así".
Hasta que un día me bajé en un kiosco en Panamericana y Ruta No Me Acuerdo
en la provincia de Buenos Aires. Un lugar despoblado donde solo pasaban
los autos. Y allí vi tres Pan Caliente. Multipliquen eso por rutas desoladas.
Y en muchísimos barrios de la Capital se agotaba el primer día!
El distribuidor nos tenía que dar una explicación...
Y con cara de poker dijo algo que no me acuerdo , pero si de sus
pícaros ojos diciendo:
"Jodete, vos sabes la Argentina en que estamos viviendo?...
Cada salida de Pan Caliente nos encontraba con Jorge caminando por los kioscos
viendo si la revista se distribuía. Y a veces nos sorprendíamos que ni bien llegaba
se agotaba.
Segunda Etapa
Cansado de caer en cana, desilucionado con el el hecho que la recaudación de Excursionistas se la habían llevado los revendedores decidí irme del país. Resonancias del comienzo de la guerra de las Malvinas. Un pueblo alienado con fervor nacionalista.
El aeropuerto de Ezeiza esta vació. Frente a mí alguien lee “La Razón” donde en letra catástrofe decía Que Ibamos Ganando…
El destino era Amsterdam pero una escala en Río hizo que Vivi y yo nos quedásemos allí a esperar que el asunto se aclare. Fueron tres meses cuando dimos el segundo tramo: Amsterdam. Sentir libertad después de tanta represión… porro libre!
Insólitas llamadas telefónicas a Jorge (dejar en baño maría leche condensada, buscar un teléfono pinchado y volver que la lata había explotado y la casa donde vivíamos con la gente de la revista Integral tenía todo el techo de pegajoso dulce de leche.
La buena noticia. inclaudicable Jorge inició una segunda etapa con el editor de "El Porteño". Lo nombro? Bueno, lo nombro Gabriel Levinas. Levinas, Lanata, que fueron con el correr de los años girando hacia la derecha descarnada. "De jovenes todos fuimos comunistas" era una frase hecha pero real en estos casos.
Enrique Symms me reemplazaba con Jefe de Redacción, la tapa ya no era en colores pero tuvo una fuerza mucho mas potente que la primera etapa, pero las tensiones internas comenzaron a aparecer. Fueron 3 números inolvidables que marcaron el fin de Pan Caliente.